18 diciembre 2003

fiction: la invasion empieza por el cepillo de dientes (2 de 4)

Un potus y pececitos
De pronto, un dia, mis arreglos florales disecados, desaparecieron. Odio los adornos: todo tipo de cuadros, esculturas, ceramicas, souvenires, muñecos de la buena suerte. Por eso mis ikebanas representaban el unico gesto de calidez, de sensacion de home sweet home. Flores, semillas y hojas secas, mi mensaje de bienvenidos, en este hogar vive gente tan normal como en cualquier lado, desaparecidos. Es que en un ambiente feng shui tener seres vivientes muertos genera malas energias, dijo. Menos mal que no tengo un mapache disecado, dije. Sonrio*. Pero si queres mañana compro un potus y pececitos.
Cinco seres vivientes
Un potus y pececitos no suena tan mal como realmente lo es. Trate de ser diplomatico, de probarme que podia convivir con cinco seres vivientes: paula, un potus, tres pececitos. Me dije: lo unico permanente es el cambio, la vida son ciclos de transformacion. Pero no pude, la mutacion de mi existencia no me estaba gustando. Al potus había que regarlo. A los pececitos había que darles de comer y cambiarle el agua cada tanto. A Paula habia que prestarle un poco mas de atencion. Paula: hermosa, sensible, inteligente. Paula: cinco meses atras.


*con acento